Hay muchas razones por las que puedas querer vender tu coche, y sea cual sea, es necesario que sepas lo que hay que saber para que le saques el mejor precio.
Si bien es cierto que puedes venderlo a un particular, también lo es que eso supone muchas molestias y muchos dolores de cabeza: el papeleo, el tener que quedar con quien quiera verlo y que al final no lo compre, el tener que estar recibiendo molestas llamadas de teléfono… En fin, que esta no es la opción más cómoda, ni mucho menos.
Lo más cómodo, sin lugar a dudas, es que vendas tu coche a un concesionario en el que te garanticen que vas a sacarle el máximo al vehículo y que la venta se realizará con todas las garantías posibles.
¿Por qué vender mi coche a un concesionario?
En primero lugar, vender el coche a un concesionario implica que no tendrás que buscar a alguien que lo tase, ya que son ellos mismos los que disponen de este servicio. Igualmente, es un establecimiento en el que todo se hace con la máxima legalidad, cumpliendo en todo momento los acuerdos a los que se haya llegado.
Además, toda la gestión de la venta la realiza el concesionario, desde el cambio de titular hasta el recibo del impuesto, pasando por la gestión del permiso de circulación o la tarjeta de la inspección técnica. Tú no tienes que hacer absolutamente nada.
Por otro lado, otra ventaja es que cuando vendes tu coche a un concesionario ya no tienes que preocuparte por ningún problema que surja posteriormente. Es el concesionario el que se encarga de todo.
Como ves, solo hay ventajas. En Autos Iñigo nos encargamos de todo, tú solamente tienes que traer el coche que quieras vender. ¿Hablamos?